La cucaracha alemana, rubia o como se le conoce en el campo científico Blattella Germanica, es una plaga de la especie de blatodeo que se expande en las viviendas de todos los continentes. Las podemos encontrar en las cocinas de los hogares particulares así como en los locales dedicados a la gastronomía.
Características de la cucaracha alemana
Este tipo de insecto mide entre 1.3 cm y 1.6 cm y puede alcanzar los 2.5 cm en su edad adulta. Son de color café claro y pueden ser tanto machos como hembras.
Se reproducen de manera sexual, es decir, son necesarios un macho y una hembra para poder engendrar. Las hembras depositan los huevos en una membrana muy fina que cubre los huevos, llamada ooteca. Dentro de esta, la hembra almacena entre 30 y 48 huevos, los cuales son fecundados y se mantienen en periodo de gestación alrededor de 28 días.
Las crías, llamadas ninfas, son más pequeñas, de un color mucho más oscuro que las adultas, prácticamente negras, y carecen de alas. La hembra deposita las ootecas en lugares con temperaturas adecuadas para el crecimiento de las cucarachas y húmedos, donde cuentan con el alimento suficiente para su desarrollo. Asimismo, pueden nacer mientras que la hembra aún porta dichas ootecas encima.
Aún en su estado de crías, las ninfas pasan por un procedimiento de muda que puede llegar a darse entre cinco y siete veces.
Viven en comunidades junto a otros de su especie y suelen ser caníbales, aunque lo normal es que se alimenten de restos que dejan los humanos y otro tipo de residuos. En especial, sienten predilección por alimentos que contienen folículos como las patatas, la harina o el pan.
Debido a su fácil adaptación a prácticamente cualquier clima medioambiental, se pueden encontrar en la mayoría de los países del mundo. Y esta especie, en concreto, es muy común en zonas urbanas. Son más activas durante la noche, momento que dedican a la búsqueda de parejas, de agua y comida.
Cómo afecta a los humanos la Blattella Germanica
Tal y como mencionamos antes, su fácil reproducción y su adaptabilidad a cualquier medio ambiente propicia que se expandan fácilmente por los establecimientos de restauración y los hoteleros. Este fenómeno hace que se creen plagas que tienen que ser controladas para evitar su propagación.
El exterminio de la cucaracha alemana se realiza mediante el uso de los insecticidas, cuyos efectos empiezan a notarse unas semanas o meses más tarde. Para evitar su difusión nuevamente, es importante que identifiquemos las causas de su aparición y, sobre todo, el lugar en el que se ha originado.
Lo fundamental en este proceso es disminuir por completo la fuente de alimentación y de agua con la que las cucarachas se mantienen vivas para, de este modo, evitar su reproducción. Asimismo, estos insectos se mantienen en lugares donde se acumula el calor, factor que es necesario eliminar para lograr su completa exterminación.
Para ello, tendremos que limpiar en profundidad tanto el lugar donde ha comenzado la plaga, como todos aquellos sitios por los que han podido expandirse. Habrá que rellenar todas las posibles grietas y huecos donde haya posibilidades de encontrar las ootecas con los huevos de las hembras.
Es de vital importancia realizar un completo exterminio de esta plaga ya que implica graves riesgos sanitarios para las personas al contener bacterias, virus y helmintos, parásitos que afectan al hígado y al intestino de los humanos.
No pongamos en riesgo nuestra salud
Con esta información, el objetivo de nuestra empresa es poner en sobre aviso a todo establecimiento y vivienda particular que crea que pueda estar en riesgo de tener una plaga de la cucaracha alemana, para que sepa reconocerla y podamos ponerle fin cuanto antes. Si quieres, desde este enlace puedes acceder a nuestros servicios de Control de Plagas