Las piscinas forman parte de la diversión, felicidad, relajación y estilo de vida desde adultos y personas de la tercera edad, hasta bebés de pocos meses de nacido; principalmente en países tropicales, donde se promueven estos refrescantes baños en busca de mitigar las temperaturas y las olas de calor.
Pero hay un asunto que muchas veces es ignorado y es la salud en las piscinas; es un tema que no debe ser tomado a la ligera ya que esto está directamente relacionado a la salud de todas las personas que entren en contacto con esta agua, por lo tanto debe ser sanada constantemente.
Organismos que pueden afectar la salud en las piscinas
Existen varios tipos de microorganismos, insectos, bacterias y hongos que viven en estas aguas; algunos no son dañinos, pero otros afectan la salud de los bañistas, causando irritaciones, picaduras e incluso enfermedades.
Insectos
– Los barqueros son de la familia de los insectos, su forma es alargada y plana, puede llegar a medir entre 0,46 cm a 0,94 cm. Mayormente están bajo el agua, su principal fuente de alimentación es la vegetación acuática. Viven en piscinas o estanques y se pueden remover de forma muy sencilla con mallas o redes confeccionadas para este fin.
– Los garapitos lucen parecido a los barqueros, pero con ojos rojos y grandes, usan sus patas como propulsores para desplazarse en el agua, pero también pueden volar. Son carnívoros y devoran sus presas picándolas y succionándolas, sus picaduras son parecidas a las de las abejas por lo que les llaman «abejas de agua».
– Los zapateros lucen algo parecido a los mosquitos y su tamaño se aproxima a unos 1,27 cm de largo, tienen patas muy largas las cuales usan ágilmente para desplazarse sobre el agua. Comen gusanos y otros insectos que pueden encontrar en la superficie del agua.
– El escarabajo buceador alcanza los 2,54 cm de longitud, su color suele ser marrón o negro rayado. Nadan con espasmos en línea recta y se la pasan mayormente bajo el agua. Tienen la particularidad de retener aire bajo sus alas para usarlo al sumergirse en el agua. Su alimentación está basada en peces e insectos pequeños del agua.
Virus y bacterias
Los desechos del cuerpo humano y animal (incluyendo pájaros y roedores, si las piscinas están al aire libre) son la principal fuente de virus y bacterias que afectan las aguas dulces y las contaminan, así como los virus y las bacterias alojados en las vías respiratorias, la saliva y también cualquier tipo de afección que tenga la piel de los bañistas.
Los gérmenes de piscina más habituales son:
– Los adenovirus, que pueden provocar una conjuntivitis y faringitis
– Giardia intestinalis es un parásito que causa náuseas, calambres e incluso diarrea.
– También está la bacteria llamada Escherichia coli, cuyos síntomas son la diarreas y colitis.
– Legionella, es la que provoca el legionario.
– La Pseudomonas aeruginosa, desencadena la otitis .
– Las llamadas Mycobacterium, causan neumonía.
– Staphylococcus aureus, produce infecciones en la orina, la piel y los oídos .
– Por último, la Tinea pedis, que produce el pie de atleta.
Tratamiento de piscinas
Para un tratamiento de piscinas adecuado es necesario tomar en cuenta algunas medidas que permitan tener una piscina saludable; debemos evitar que el agua se condense, dar mantenimiento a las tuberías y usar siempre la cantidad de desinfectante correspondiente a la cantidad de agua que se va a desinfectar.
Casi todas las plagas se pueden erradicar si se mantiene la piscina con agua clorada, manteniendo al día los barridos de plagas e insectos y haciendo procesos de inspección y de limpieza general con regularidad, especialmente en días de lluvia.